
“Por favor, deja de llorar”, le pidió el secuestrador a su víctima de tres años mientras él hablaba por teléfono con su esposa
En su primera audiencia judicial, se ordenó que Holman Hernández, hondureño de 50 años, permanezca recluido con una fianza de un millón de dólares.
Holman Hernández, acusado de secuestro agravado de una niña de tres años a la que llevó a un motel de Houston (Texas) la tarde del domingo 21 de agosto, se presentó este martes en la corte criminal del condado Harris —presidida por el magistrado Josh Hill— flanqueado por dos policiales y acompañado de su abogado de oficio y una intérprete.
Vestido con el uniforme de recluso color mostaza, Hernández, de 50 años y originario de Honduras, presentaba moretones en el rostro, producto del forcejeo con los policías cuando opuso resistencia al arresto.
Según la demanda judicial, al momento de su detención en la habitación que alquiló alrededor de las 7:30 a. m. del domingo, el sospechoso solo vestía ropa interior mientras que la menor tenía solo una camisa y un pañal.

Dos horas antes, a las 5:30 a. m. aproximadamente, los padres de la niña identificada como Linzy Guity reportaron su desaparición. Habían encontrado la puerta principal del domicilio semiabierta.
Según el recuento de las autoridades, los efectivos policiales llegaron de inmediato al complejo de apartamentos de la menor. Varios vecinos declararon haber visto a Hernández alrededor de la 1 a 2 a. m.
—Me quería morir. Mi hija de tan solo tres añitos y un sinvergüenza se la llevó de aquí— declaró la madre de la menor a varios medios de comunicación local. Aseguró también que en los videos de vigilancia se observa al sospechoso acercarse a la niña y luego subirla a su vehículo.
La policía confirmó que el sospechoso se encontraba efectivamente en el complejo habitacional, donde había ido para participar de una reunión social.
A las pocas horas, los detectives localizaron el automóvil del sospechoso, un Nissan Xterra, estacionado a una cuadra del motel.
Al confirmarse la presencia del individuo en ese recinto, la policía tocó la puerta de la habitación y, al no obtener respuesta, ingresó a la fuerza, como estipula el protocolo en casos de secuestro a una niña de esa edad, de acuerdo con declaraciones formuladas por el jefe del Departamento de Policía de Houston, Troy Finner.
La menor fue trasladada en ambulancia a un centro médico donde se le efectuó la evaluación correspondiente. Hernández fue esposado, detenido y procesado en la cárcel del condado. El juez de la corte preliminar determinó una fianza de un millón de dólares debido a la gravedad del delito y al inminente peligro de fuga del sospechoso.
Durante la comparecencia de Hernández, el representante de la fiscalía reveló detalles previos al secuestro ocurrido la madrugada de ese domingo.
Por ejemplo, que Hernández le había comunicado a su esposa que iría a tomar unos tragos con unos amigos, quien luego recibió una llamada telefónica del sospechoso —alrededor de las 4:45 a. m.— y que durante la conversación logró escuchar llantos de un menor y al mismo Hernández decir “por favor, deja de llorar”.
En la audiencia se informó que la menor aparentemente abrió la puerta de su domicilio. También que el sospechoso se encuentra en Estados Unidos desde hace casi tres décadas y que deberá ponerse a las órdenes de las autoridades migratorias debido a su estado de irregular en el país una vez se haya determinado la condena y la haya cumplido.
El juez acordó mantener la fianza de un millón de dólares y la confiscación del pasaporte del acusado, además de las restricciones impuestas si es que logra obtener la libertad condicional: no acercarse al domicilio (500 pies de distancia), ni tener comunicación con la víctima y sus familiares, apersonarse a las audiencias judiciales, no cometer delito alguno ni consumir sustancias controladas y llevar siempre consigo un brazalete monitoreado a través de un GPS. Tampoco podrá participar en eventos sociales donde exista la presencia de menores de 17 años.
La próxima comparecencia judicial de Hernández ha sido programada para el 20 de octubre. Al momento, permanece recluido en la cárcel del condado.