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Muestras de solidaridad con las víctimas de la matanza en la primaria Robb en Uvalde (Texas) / Foto por Brandol Bell vía Getty Images

La conclusión del informe legislativo de la matanza en Uvalde es igual de desolador que la tragedia misma

Quizás lo que más incomoda del informe es la parte donde se asegura que la percepción inmediata de los hechos por parte del jefe de la policía escolar de Uvalde, Pete Arredondo, “es coherente con el de los demás oficiales”.

21 julio, 2022 | Por: idea180

El informe de un comité legislativo de Texas que investiga el sangriento tiroteo en la primaria Robb, dado a conocer esta semana, ofrece en sus primeras páginas una merecida dedicatoria póstuma a cada una de las 21 personas que perdieron la vida aquel fatídico 24 de mayo.

Y aclara: —El Comité [de Investigaciones de la Cámara Baja] espera sinceramente que les aporte [a los familiares y al pueblo de Uvalde] algo de claridad sobre los hechos ocurridos. Este informe pretende honrarles. Observarán que no se menciona el nombre del agresor en este documento. Tampoco utilizaremos su imagen para no glorificarle.

El documento relata con sutileza los pasatiempos y cualidades de cada una de las víctimas. De José Manuel Flores Jr., por ejemplo, se dice que era cariñoso y muy bondadoso; de Makenna Lee Elrod dice que le encantaba el softball y la gimnasia; y de Xavier James López, que “le encantaba nadar”.

De Rogelio Fernández Torres destacan que era un “chico inteligente” que “disfrutaba de las actividades al aire libre”. A la maestra Eva Mireles le encantaba el senderismo y siempre soltaba una sonrisa brillante. A la docente le llaman heroína “porque nunca se rindió a lo largo de una prueba imposible”.

Foto por Brandon Bell vía Getty Images

Y así se describen en varios párrafos los recuerdos de los familiares de 21 personas a quienes el atacante, un adolescente de 18 años, les arrebató la vida y enlutó a toda una comunidad.

Lo que confirma el documento es lo que todos ya sabíamos, sobre todo gracias a la audacia de los medios de comunicación que se han encargado de desnudar desde un principio las deficiencias en materia de seguridad en la primaria de Uvalde.

—Aparte del atacante, el Comité no encontró ningún «villano» en el curso de su investigación. No hay nadie a quien podamos atribuir malicia o malas intenciones. Por el contrario, hemos encontrado fallos sistémicos y una toma de decisiones atrozmente pobre.

Y como era de esperarse, hay señalamientos en contra de las agencias educativas y del orden por la falta de mantenimiento a las cerraduras de las puertas principales —fallas que se habían comunicado a la dirección del plantel en su momento— hasta la falta de decisión policial para actuar de inmediato y reducir al atacante.

—Debido a estos fallos en el mantenimiento de las instalaciones y en la preparación previa, el atacante efectuó la mayor parte de sus disparos y probablemente asesinó a la mayoría de sus víctimas inocentes antes de que ningún funcionario de la ley pusiera un pie en el edificio. De los aproximadamente 142 disparos que hizo el atacante dentro del edificio, es casi seguro que disparó rápidamente más de 100 de ellos antes del ingreso de los agentes.

Gran parte se debe, de acuerdo con el Comité, a la deficiencia formativa de los agentes del orden que no supieron determinar quién se encontraba al mando de una operación que logró reunir a más de 370 oficiales.

El reporte legislativo narra en detalle los pormenores previos suscitados en la escuela basados en entrevistas realizadas por los detectives inmediatamente después del tiroteo y a los sobrevivientes y testigos en el transcurso de varias semanas.

Foto por Brandon Bell vía Getty Images

Quizás lo que más incomoda del informe es la parte donde se asegura que la percepción inmediata de los hechos por parte del jefe de la policía escolar de Uvalde, Pete Arredondo, “es coherente con el de los demás oficiales en la medida en que declararon uniformemente que no estaban al tanto de lo que estaba ocurriendo en las puertas de las aulas 111 y 112”.

Según el documento, la gran mayoría de los agentes que prestaron declaración concuerdan en que no oyeron gritos ni llantos desde el interior de esos salones de clase.

—…Y que no sabían si había alguien atrapado en el interior que necesitara rescate o atención médica.

Entonces fue cuando los que se suponen estaban al mando justificaron el razonamiento de tratar al atacante como un sujeto atrincherado y no como un sujeto armado (“tirador activo”).

Arredondo declaró esto al Comité:

— Cuando hay una amenaza… tienes que ser capaz de ver la amenaza de forma visible. Debes tener un objetivo antes de disparar el arma. Eso es algo que se me ha pasado por la cabeza un millón de veces… …al disparar a través de la pared… viniendo de una pared ciega, no tenía ni idea de lo que había al otro lado de esa pared. Pero … se elimina la amenaza cuando se puede ver. …nunca vi una amenaza. Nunca llegué a ver físicamente la amenaza o al tirador.

La conclusión del Comité es igual de desolador que el saldo de la tragedia del 24 de mayo. Sostiene que no ha podido recolectar evidencias que le permita juzgar si haber ingresado a las aulas a tiempo, cuando llegaron los efectivos policiales, podría haber salvado vidas o “mitigado las lesiones de los sobrevivientes”.

Pero dos párrafos más adelante el informe sugiere que es posible que se haya podido salvar a algunas de las víctimas mortales “si no hubieran tenido que esperar 73 minutos más para ser rescatadas”.

NOTA APARTE – EN ESPAÑOL

El informe legislativo, que fue publicado solo en inglés, ha sido traducido al español gracias a la iniciativa del rotativo Austin American-Statesman, al considerarlo parte de un servicio público para las familias de Uvalde, de mayoría hispana.

El diario anunció a través de su director ejecutivo, Manny García, que se repartirá gratuitamente a la comunidad de Uvalde unas 10,000 copias en español del reporte de 77 páginas.

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