
“Un día sin inmigrantes”. El paro de trabajadores que busca presionar al gobierno a la aprobación de una reforma migratoria
«…hay una diferencia entre luchar y hacer lo mejor que podamos a no hacer nada y cruzar los brazos…», opina Carlos Eduardo Espina, propulsor de la iniciativa.
Hace tres años, Carlos Eduardo Espina, entonces un joven universitario nacido en Uruguay, pero criado en Texas, cobró notoriedad mediática gracias a una iniciativa epistolar: escribía a mano entre 15 a 20 cartas diarias a los indocumentados retenidos en cada centro de detención de los Estados Unidos.
Los contenidos de las cartas recibidas variaban en cuanto a emociones. Por ejemplo, la de un joven nicaragüense detenido más de ocho meses que describe la tristeza que sintió al pasar la Navidad encerrado.
O la de una mujer mayor que le confiesa estar “muerta en estas cuatro paredes” mientras espera el resultado de su petición de asilo y describe la impotencia que siente tras saber que su nieta fue abusada sexualmente por su maestro.
Su labor en el tema migratorio es un tópico que está presente en el seno de su familia. Su madre mexicana fue deportada antes de que él naciera, por eso dio a luz en Uruguay, de donde es su padre, profesor universitario en College Station (Texas).

Mucho ha pasado en los últimos tres a cuatro años. Espina ya se ha graduado en Ciencias Políticas, pero continúa sus estudios de Derecho con el fin de ejercer como abogado en leyes migratorias lo más pronto posible. En ese tiempo, no ha dejado de lado el activismo comunitario y, por el contrario, se ha convertido, a sus 23 años, en uno de los jóvenes que más presiona al gobierno para que promueva una salida a los más de 11 millones de indocumentados.
—Ya no somos prioridad para el gobierno, solo somos un tema de campaña y hemos desaparecido de la conversación. Yo apoyé a Joe Biden durante las elecciones pasadas, pero siempre dije que cuando fuera presidente nos encargaríamos de que cumpla sus promesas a la comunidad inmigrante.
Durante una de sus presentaciones en vivo a través de sus redes sociales —y ante la insistencia de sus seguidores — decidió de forma espontánea organizar una convocatoria para que la comunidad hispana salga a las calles. La protesta fue bautizada como “Un día sin inmigrantes”. Se llevará a cabo este lunes 14 de febrero en el marco de la celebración por el Día de San Valentín, una de las fechas comerciales más importantes para la economía local.https://laesquina.bulletin.com/common/referer_frame.php
Las condiciones incluyen no presentarse a trabajar y que los niños no acudan a clases.Want to get more out of your subscription?Upgrade to get access to exclusive benefits.UpgradeThis message is brought to you by La Esquina.
En esencia, destaca Espina, “Un día sin inmigrantes” es un pedido para participar de “una huelga” pacifica para que la sociedad sienta la disconformidad de una comunidad que, ante la falta de compromiso por parte Washington de impulsar y aprobar una reforma migratoria, ha tenido que tomar una decisión tan drástica como esta.
Los seguidores de este hispano han tomado con seriedad la convocatoria. Muchas organizaciones cívicas han hecho eco de ese pedido al programar diversas manifestaciones en diferentes ciudades con un alto porcentaje de residentes latinos.
—En las redes sociales, uno va corriendo la voz y el movimiento ha crecido tanto que es difícil monitorear todos los eventos que están surgiendo para esta fecha. Hay mucho apoyo.
Dreamers Mothers in Action es un colectivo de mujeres inmigrantes que se ha unido a la convocatoria para marchar y protestar en la capital del país a partir de las 10 de la mañana. En una de sus muchas participaciones en los medios de comunicación, una de sus integrantes, identificada como Lenka, cuestiona la falta de apetito de la clase política ante el tema de los indocumentados.

—Mucha gente de nuestra comunidad está cansada y decepcionada porque de diciembre a la fecha no se está hablando de inmigración a nivel político. Nuestra gente está con ansiedad, porque se quedó sin esa información pendiente de saber qué más sigue. Por eso les pedimos que no vayan a trabajar, que no compren nada ese día, siempre y cuando no pongan en peligro su trabajo.
En Twitter circula un documento bilingüe para que los padres de familia excusen a sus hijos por no presentarse a clases el 14 de febrero.
La organización New Immigrant Community Emporwerment (NICE), en Nueva York, también se ha sumado a la convocatoria iniciada por Espina y realizará una protesta en pleno Times Square este lunes.
Espina tiene optimismo que las marchas convocadas para el 14 de febrero envíen un mensaje férreo al gobierno para que tome acción y también sea el motor de arranque para que la comunidad se anime y exija una reforma integral.
—Lo que queremos es que la gente que hizo campaña a favor de la reforma migratoria nos dé algo, al menos que luchen, porque hay una diferencia entre luchar y hacer lo mejor que podamos a no hacer nada y cruzar los brazos, tal como lo están haciendo ahora.