
Celebración por el Día de la Independencia de México en Fort Worth (Texas) el 15 de septiembre de 2008 / Foto archivo LaEsquinaTX.com
¿Quiénes son los inmigrantes indocumentados que residen en Texas? La mayoría lleva más de diez años en el estado
La historia y los datos confirman que los inmigrantes indocumentados que ingresan por la zona fronteriza de Texas no se quedan en ese estado.
La gran mayoría (64%) de los inmigrantes que residen en Texas de forma irregular están en esa situación hace más de diez años y tienen al menos (el 36%) un hijo nacido en territorio estadounidense.
Cuentan, además, con una edad promedio de 16 a 44 años, que les permite llevar a cabo trabajos o actividades laborales, objetivo central de la gran mayoría de esa población que busca mejorar su situación económica, de acuerdo con un análisis del Instituto de Políticas Migratorias (MPI, en inglés) con sede en Washington D.C.
Las nacionalidades con mayor población indocumentada en Texas —que asciende a 1,739,000— son la mexicana (67%), salvadoreña (8%), hondureña (6%), guatemalteca (4%) e india (3%).
Según MPI, cuyo estudio recopila datos de la Oficina del Censo, un 53% de los indocumentados en Texas habla poco o nada de inglés, comparado con un 5% que sí lo domina o que lo entiende bien (42%).
Para Ariel Ruiz Soto, analista de políticas públicas de MPI, ese indicador “no representa una sorpresa”, ya que se asemeja al resto de la población irregular que vive en el resto del país.

Otro punto que destaca el análisis es la mano de obra del trabajador inmigrante e indocumentado de Texas, cuyo perfil demográfico lo convierte en un candidato preciso para ciertas industrias como construcción (30%), hospedaje y hostelería (15%), administrativo (12%), manufactura (8%), entre otros.
Uno de los factores a tomar en cuenta, según Ruiz Soto, es que los datos desmitifican la creencia de que los indocumentados no tienen acceso al sistema de salud.
—Lo que vemos es que un 30% tiene cobertura médica a través de un seguro que quizás obtuvieron por medio de sus esposos u esposas (que tienen permiso de trabajo, residencia o nacionalidad estadounidense).
El analista resalta el hecho de que el 37% de los indocumentados en Texas es propietario de una vivienda y ante una expulsión del país representaría un golpe a la economía “porque dejarían de pagar sus hipotecas”.
De la población irregular en el estado con edad mínima para casarse (a partir de los 15 años), el 35% nunca lo ha hecho, mientras que el 30% ha contraído nupcias con otra persona que tampoco cuenta con residencia o nacionalidad estadounidense.
Solo un 12% ha logrado casarse con una persona con ciudadanía estadounidense y un 6%, con un residente permanente.
En el área de educación, solo un 10% tiene un grado académico universitario, mientras que un 23% cuenta con un diploma de preparatoria/secundaria o equivalente.
DE PASO POR TEXAS
Texas, el segundo estado con mayor población de indocumentados (seguido de California), siempre ha jugado un papel importante en términos de migración mexicana en los Estados Unidos y, en particular, de migración irregular.
Y a pesar de las iniciativas para resguardar la frontera con México por parte del gobierno estatal de Texas, la historia y los datos confirman que los inmigrantes indocumentados que ingresan por esa zona no se quedan en ese estado.
—Texas puede ser la puerta o la entrada a Estados Unidos para muchas personas, pero la realidad es otra. Los centroamericanos, venezolanos, cubanos, nicaragüenses que llegan a EE. UU. suelen irse a Florida, Nueva York o California porque tienen lazos familiares y económicos. Entonces, esos nexos responden a que la inmigración irregular no se estanque en Texas y más bien se desplace a otros destinos

Hay otros factores a considerar, según Ruiz Soto, como las políticas restrictivas que tiene Texas con relación a la inmigración indocumentada.
La semana pasada, el gobernador Greg Abbott autorizó —por decreto— a las autoridades estatales a regresar a los puertos de entrada a los migrantes detenidos. El mandatario calificó el ingresomasivo como una “invasión”.
—También hay que considerar la geografía de Texas, que cuenta con la zona fronteriza de mayor extensión (3,200 kilómetros/1,254 millas), sin contar con las rutas que ya han fijado los traficantes de personas y que facilita el objetivo de los migrantes, que cada día exponen sus vidas.