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Foto: José Luis Castillo

Esta es la escuela de estudiantes inmigrantes que les tiende una mano con su adaptación a este país

Un centro educativo en Texas imparte clases a niños que llevan poco tiempo en Estados Unidos siguiendo un modelo novedoso. Desde Chile, Guatemala, El Salvador, México o Venezuela.

24 noviembre, 2021 | Por: idea180

Las notas adhesivas pegadas detrás de la puerta del salón de clases describen brevemente la procedencia de cada alumno.

Hay 33 notas de diferentes colores escritas a mano. La gran mayoría están en inglés. Las demás —muy pocas— están en español, lo que implicaría la reciente adaptación del estudiante a su nuevo mundo e idioma en un centro educativo diseñado para acondicionar a los recién llegados.

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—Mi nombre es (tal o cual). Algo que me encanta de mi país de origen es la comida, las playas y el bale tradicional llamada la punta.

—…soy de Honduras. Algo que me encanta de mi país de origen son las baleadas.

— …me gusta el pozole y los chihuahuas.

—…me gustan todas las comidas típicas de mi país.

—… algo que me encanta de mi país son los elotes.

Jaimy Alemán (izquierda), de Guatemala, conversa con Santiago González Florez, de México. Ambos tienen 14 años y cursan el noveno grado en La Promesa en el Distrito Escolar de Aldine, en Houston (Texas). Foto José Luis Castillo

Otros dicen extrañar las playas, sus culturas, su música, la fauna, los paisajes y el fútbol.

Todos acuden a la escuela secundaria La Promesa, del Distrito Escolar Independiente de Aldine (AISD), en Houston (Texas). Es catalogada como el único centro educativo en el estado con instrucción bilingüe a menores que no hablan inglés y que llegaron a Estados Unidos en los últimos tres años.

Por ejemplo, Jaymi Alemán confiesa no dominar el inglés. Es una guatemalteca de 14 años, quien lleva apenas 11 meses en Houston (Texas), donde vive son su padre y sus tres hermanos. Extraña mucho a sus abuelos.

—Es un poquito difícil y triste, porque en mi país compartía más con mis abuelos y mis primos.

Pero la nostalgia que siente por estar lejos de sus demás parientes se ha apaciguado gracias a su interés académico. Al iniciar las clases presenciales en un centro educativo diseñado para estudiantes inmigrantes como ella, ha adquirido favoritismo hacia diversas materias: ya sea matemáticas, física, ciencias naturales y artes.

Alemán cursa el noveno grado junto a más de 100 estudiantes que conforman el alumnado de La Promesa, creada principalmente para cerrar la brecha de graduación que existe en el distrito predominantemente latino (73 % de la población).

Ana Fernanda Flores Bolívar, directora del plantel, indica que la mitad de los menores inscritos en este año escolar tienen de dos años a pocas semanas de haber llegado al país y son, la gran mayoría, de Honduras, seguidos por los procedentes de El Salvador, Guatemala, México y Venezuela, entre otros países.

—Es una escuela hecha para ellos.

La diferencia de La Promesa respecto a otros centros educativos que imparten educación bilingüe en el estado radica en varios factores, según Flores.

—Como el de ser un plantel electivo; es decir, los padres de familia deciden si quieren que sus hijos cursen su secundaria completa en ese plantel o en uno regular.

Otro de los principios en que se basa el programa de La Promesa es que el alumnado, que tendrá que dominar el idioma inglés como requisito para graduarse, recibe clases en salones con números de estudiantes más reducidos que en las escuelas públicas convencionales.

Fernanda Vargas, maestra, imparte clases en La Promesa. (Foto José Luis Castillo)

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I’m from Chile. Something I love about my country is empanadas.

I am from Guatemala. Something that I love about my country is chuchitas.

I am from El Salvador. Something that I love about my home country is la comida.

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La Promesa está ubicada al lado de otro plantel escolar, la secundaria Aldine High School, que tiene casi 2,000 estudiantes. Los alumnos de ambas escuelas interactúan durante los periodos de receso o cuando toman cursos deportivos, pero no comparten las mismas clases de las demás materias.

Jeanette Robledo, profesora de álgebra, criada y nacida en esa zona de Houston, de padres mexicanos y graduada de AISD, tiene una estrecha conexión con esta comunidad, la cual la impulsó a seguir el camino de la docencia para ayudar a los recién llegados, aquellos que enfrentan obstáculos como el cambio de cultura o no dominar el idioma.

—Cuando tenía 14 años, sabía que quería enseñar matemáticas gracias a la inspiración de una maestra que vio en mí el amor hacia los números.

Jeanette Robledo, maestra de álgebra en La Promesa. (Foto José Luis Castillo)

Su metodología para enseñar a los que menos entienden inglés es muy visual. Utiliza muchos movimientos con las manos y escribe oraciones con espacios en blanco para que el alumno los complete.

—Hay que formar un tipo de relación docente-alumno para ganarse la confianza y tratar de conectar lo que enseñamos a sus vidas, pero que vaya acorde con la experiencia, como pensar que las ecuaciones de dos variables como ‘x’ e ‘y’ son iguales a la interacción entre dos personas.

Según el mismo AISD, el noveno distrito más grande de Texas, 38 % de su población estudiantil, de más de 67,000 alumnos, habla una lengua diferente del inglés en casa, y cerca de 92 % proviene de hogares de escasos recursos económicos.

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