
Un grupo de aficionados celebra durante una de las convenciones de eSports. /Foto cortesía Ubisoft Entertainment.
El fenómeno de los eSports o deportes electrónicos aún enfrenta la indiferencia de las autoridades migratorias
Gabriel Castro, abogado hispano, pide mayor aceptación para que se expedite visas de atleta a los participantes de esta disciplina con ingresos multimillonarios.
El padre de Gabriel Castro emigró a Estados Unidos de Guadalajara (México) con la intención de labrarse un mejor futuro. A los pocos años, materializó el sueño americano al abrir un pequeño restaurante en el estado de Alabama.
Ese empuje, el del migrante que construye con esfuerzo y dedicación el camino para mejorar la calidad de vida de su familia, fue el propulsor que Gabriel recibió de su padre para ayudar, a través de sus estudios de derecho, a otros inmigrantes a que consigan lo mismo.
—De allí nace la pasión por las leyes de negocios, migratorias y de familia—, señala Castro, quien trabajó en sus inicios en el Departamento de Justicia durante el gobierno del expresidente Barack Obama y luego en organizaciones como Caridades Católicas de Los Ángeles (California), siempre como abogado en inmigración.
Hace 10 años decidió juntar sus otras pasiones, los deportes y el cine, con su experiencia legal. Hoy es uno de los abogados hispanos referentes en la industria del entretenimiento y las ligas profesionales de baloncesto (NBA y WNBA) y de hockey profesional (NHL), a las cuales ayuda con la solicitud de visas de trabajo.

Pero en los últimos años, Castro ha incursionado en otra disciplina menos conocida que está cobrando mucho auge: los eSport o deportes electrónicos (llámese videojuegos).
Lo que nació como una actividad por internet hace casi tres décadas se ha materializado en una industria en inminente crecimiento que genera miles de millones de dólares al año a través de competiciones internacionales.
Según la página especializada DOT ESPORTS, los ingresos de los deportes electrónicos superaron los mil millones de dólares en 2021.
Castro representa, a través de la firma de abogados Berry Appleman & Leiden LLP, a diversas ligas de eSports que se encargan de reclutar a los mejores equipos y jugadores de esa disciplina para participar en competencias mundiales.
El reto más grande que le ha tocado enfrentar a este abogado hispano es que los gobiernos, especialmente el de EE. UU., donde se llevan a cabo varias competencias de eSports al año, no se han puesto de acuerdo en determinar si los deportes electrónicos son o no una disciplina deportiva y, por lo tanto, si los participantes deben recibir un trato como representantes o deportistas.
—Ha mejorado con respecto a hace algunos años cuando sí era un desafío enorme convencer al Departamento de Estado y a las autoridades migratorias de EE. UU. que debían tomar con seriedad a estas competiciones que facturan millones de dólares.
De acuerdo con el abogado, la tarea de conseguir visas de deportistas a los jugadores para que ingresen al país sigue siendo ardua cuando se trata de un videojuego nuevo que no ha tenido suficiente publicidad en el mercado general.

Hace unas semanas, la empresa Ubisoft, líder en el mercado y desarrollador del videojuego Rainbow Six Siege, anunciaba que el equipo campeón del área Asia-Pacífico (Llamado Elevate) no participaría en el torneo llevado a cabo en Charlotte (Carolina del Norte) debido a una prórroga de tres meses para la entrevista consular que les otorgaría las visas correspondientes.
Es cierto que parte de esos retrasos tiene que ver con las restricciones que cada país ha puesto en marcha debido a la pandemia por el coronavirus.
A principios de año sucedió un percance similar con la fata de visas para tres integrantes del equipo Cloud9 de la Liga Leyends, que incluía al participante surcoreano Min-cheol, para el torneo Serie Mundial de Ligas 2022.
Lo mismo pasó con el brasileño de 18 años Breno Poleto, conocido bajo el nombre de usuario “branz4n”, al no poder asistir al torneo Inter Extreme Masters en Dallas (Texas) por falta de visa.




En 2020, los ingresos mundiales generados por la industria de los eSports ascendieron a aproximadamente 947 millones de dólares, una cifra que se estima supere los 1,600 millones en 2024, de acuerdo con cifras recopiladas por Statista.
En 2021, la mayoría de los ingresos generados en las competencias de videojuegos procedía de los patrocinios, con aproximadamente el 59% del total. Por su parte, la venta de entradas y de productos de merchandising supuso algo más del 6% de los ingresos generados por esta industria.
A eso se suma la audiencia global que supera los 465 millones, entre entusiastas y espectadores.
Pero según Castro, a pesar de la inminente popularidad de los eSports, la batalla que ha tenido que sortear como abogado ha sido la falta de efectividad para que las autoridades migratorias y consulares vean a esta disciplina como un deporte más y otorgue con mayor facilidad las visas P-1.
De hecho, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), se conceden este tipo de visas “de manera temporal y únicamente con el propósito de participar en una competencia deportiva específica” a un atleta o como parte de un grupo con un nivel de desempeño “reconocido internacionalmente”.
También incluye a los atletas aficionados que formen parte de un equipo o franquicia que cumpla ciertos requisitos, como contar con más de 15 equipos, entre otros.
Para Castro, concebir a los eSports como una disciplina deportiva es también un estigma que tomará tiempo revertir debido a la percepción de no tener alguna actividad física extenuante como sucede con otros deportes como el tenis o el fútbol.
—Pero lo mismo pasa con el ajedrez, que es una de las disciplinas más respetadas en el mundo, ¿verdad? Un jugador de ajedrez no tendría dificultades para recibir un permiso o visa de atleta porque se trata de un deporte de alta competición. Es muy similar cuando hablamos de eSports.
Los jugadores de los deportes electrónicos, de acuerdo con Castro, tienen habilidades únicas y particulares a los que se les exige una preparación mental inusual y de análisis para competir con los mejores del mundo.
—Toma como cualquier otro deporte una serie de talentos que se consigue a través de años de preparación y entrenamiento. El debate sobre si es un deporte se diluye cuando no se toma en serio la definición misma que convierte a una disciplina en eso, en un deporte profesional donde compiten los más destacados en esa rama.
Debido al crecimiento acelerado de los eSports en el mundo, Castro no descarta la idea de que se convierta pronto en una disciplina olímpica, “como sucedió con la percepción del skateboarding hace 20 años, que fue fundamental para que el comité olímpico decidiera que participe en las justas olímpicas”.
El Comité Olímpico Internacional (COI) reconoció en 2020 a los eSports como «actividad deportiva», lo que muchos destacan como un diálogo con esa industria.
—Tiene todos los elementos: popularidad, cada día gana miles de adeptos y ganancias multimillonarias ¿Por qué no? La comunidad de los eSports espera que eso pase pronto y se convierta en un deporte olímpico.