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Foto cortesía FBI Houston

El autor de la masacre de cinco hondureños en Texas sigue prófugo. Según ICE, ha sido deportado varias veces

Franscisco Oropesa Pérez-Torres, de 38 años, fue deportado cuatro veces en total; en dos ocasiones en 2009 y luego una en 2021 y otra en 2016.

30 abril, 2023 | Por: laesquina@laesquinatx.com

El acusado de matar a tiros a cinco personas de nacionalidad hondureña en Cleveland (Texas) el pasado fin de semana, tiene actualmente un estatus migratorio irregular y ha sido deportado del país a México en cuatro ocasiones.

Según el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés), Franscisco Oropesa Pérez-Torres fue removido del país el 17 de marzo de 2009 y luego en septiembre de ese mismo año. Posteriormente, fue aprehendido y deportado en enero de 2012 y julio de 2016.

El sospechoso fue arrestado en enero de 2012 por conducir bajo los efectos del alcohol o drogas y estuvo recluido en la cárcel del condado Montgomery.

Mientras tanto, más de 250 agentes buscan pistas que les permitan conocer el paradero y arrestar a Oropesa.

Este lunes, la Oficina del Alguacil del Condado Montgomery (MCSO) advirtió en su página de Facebook sobre la intervención que efectuaron sus efectivos ante la posible presencia de Oropesa en un terreno baldío. Luego de peinar el área y realizar las pesquisas del caso, las autoridades determinaron que se trató de una falsa alarma.

«Los efectivos de MCSO, unidades caninas y aéreas registraron la zona y se comprobó que no era Oropeza», según el breve comunicado publicado en la red social.

Para animar a los vecinos a colaborar, las autoridades ofrecen una recompensa de 80.000 dólares para cualquiera que pueda ofrecer información que conduzca al arresto del autor del tiroteo, identificado como Francisco Oropesa, de 38 años y de nacionalidad mexicana.

Según el FBI, el viernes por la noche, Oropesa efectuaba prácticas de tiro en el jardín de su casa con un fusil AR-15 cuando uno de sus vecinos se le acercó y le pidió que dejara de hacer ruido porque era muy tarde y la familia, incluidos unos niños, no podía conciliar el sueño.

Oropesa respondió irrumpiendo en la vivienda de sus vecinos para dispararles en el cuello y la cabeza, como si se tratara de una «ejecución», según ha descrito la policía.

El sábado, las autoridades pensaban que tenían al sospechoso acorralado en una zona boscosa cercana al lugar del tiroteo; pero, perdieron su rastro y, el domingo, tras ampliar al perímetro de búsqueda, reconocieron que no saben siquiera si el sospechoso se encuentra aún en la zona.

Greg Capers, jefe de la Oficina del Alguacil del Condado San Jacinto (Izqda.), en conferencia de prensa. / Foto cortesía FBI

Sin embargo, el FBI cree que Oropesa pudo haber contactado a sus amigos para pedirles ayuda para escapar y, ahora, los agentes están intentando identificar a esos amigos para interrogarles.

Las fuerzas de seguridad ya han interrogado a la esposa del acusado «dos o tres veces» y se mantienen en contacto con ella.

El FBI y la oficina del sheriff han distribuido en redes sociales imágenes del sospechoso y, además, se han colgado en el vecindario letreros en español para pedir colaboración a la comunidad hispana del condado de San Jacinto, una zona rural de Texas con solo 27.000 habitantes.

Las autoridades deletrearon el sábado el nombre del sospechoso como «Oropeza», pero el domingo corrigieron a «Oropesa».

Dentro de la vivienda donde orurrió la masacre había diez personas y cinco perdieron la vida. Los nombres de los fallecidos son Daniel Enrique Lazo, de 8 años; Sonia Argentina Guzmán, de 25 años; Diana Velásquez Alvarado, de 21 años; Obdulia Molina Rivera, de 31 años, y José Jonathan Cáceres, de 18 años.

Según las autoridades, cuando los agentes llegaron a la vivienda se encontraron a los adultos ya sin vida, mientras que el menor fue trasladado en helicóptero a un hospital, donde murió.

La Policía vio cómo dos de las mujeres fallecidas estaban en el dormitorio de la vivienda y sus cuerpos estaban encima de dos de los niños que sobrevivieron, en un aparente intento de protegerles de las balas.

Los tiroteos son cada vez más frecuentes en Estados Unidos y, en 2023, ya se han registrado al menos 176 tiroteos masivos, según Gun Violence Archive (GVA), una organización sin ánimo de lucro.

GVA define como tiroteo masivo aquel que acaba con cuatro víctimas, sean muertos o heridos, sin incluir al autor del ataque si es que ha fallecido o sufrido lesiones durante el suceso. EFE

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