
José R. Ralat. Foto: José Luis Castillo
Un puertorriqueño criado en Nueva York escribe sobre la comida mexicana en Texas. Su especialidad: los tacos
Solo hace falta caminar unos minutos con José R. Ralat por las calles del vecindario de Oak Cliff en Dallas (Texas) para verificar que es un tipo popular, pero sencillo. Nacido en Arecibo (Puerto Rico) y criado en Brooklyn (Nueva York), Ralat se ha convertido en uno de los mejores críticos gastronómicos del taco, quizás […]
Solo hace falta caminar unos minutos con José R. Ralat por las calles del vecindario de Oak Cliff en Dallas (Texas) para verificar que es un tipo popular, pero sencillo. Nacido en Arecibo (Puerto Rico) y criado en Brooklyn (Nueva York), Ralat se ha convertido en uno de los mejores críticos gastronómicos del taco, quizás el platillo más representativo de la comida mexicana.
Hace un par de años, la revista de tiraje mensual Texas Monthly, una de las más antiguas y de mayor circulación del estado, lo nombró editor de la sección de tacos, convirtiéndolo en el primero en ostentar ese título.
—Hace unos años les había comentado de la idea a los de la revista—recuerda.
Apreciar la manera en que se dedica a probar los platillos es una faena que no pasa desapercibida.
Utiliza los sentidos del gusto y el olfato al tiempo que cierra sus ojos y afila sus dedos empuñados en las tortillas de maíz o harina de trigo, según sea el caso. Los pide de toda clase: tacos de carne, de cerdo o de res cocida en manteca, con alguna salsa o crema especial picante.

Como regla general, prefiere visitar de incógnito los restaurantes asignados , sin avisar de su presencia, para que exista objetividad y no haya consideraciones que alteren el producto que será materia para sus escritos, los cuales van desde críticas gastronómicas, columnas semanales hasta crónicas periodísticas.
A Ralat le incomoda que exista una concepción incompleta de lo que es el taco y lo que representa, a pesar de no ser ni mexicano ni nacido en el estado de Texas.
—Describir la cultura, la historia del platillo, sus ingredientes, el lugar donde lo sirven y quiénes lo preparan es también importante.
Por ello, viaja por todo el estado en busca de los mejores restaurantes y establecimientos donde sirvan toda clase de tacos, desde Oak Cliff —el barrio hispano de Dallas donde vive— hasta Midland, Odessa, El Paso, Austin, San Antonio, Corpus Christi y Houston, entre otras.
Su pasión por ese tipo de comida nació en Nueva York, cuando empezó a salir con la que ahora es su esposa, nacida en Texas, pero con raíces mexicanas.
—Ella me preparaba unos deliciosos tacos de tortilla de harina con chorizo mexicano al que le colocaba un chorro de queso americano durante los desayunos. Era la cosa más deliciosa que jamás haya probado.
Juntos incursionaban en algunos rincones gastronómicos de la Gran Manzana, donde Ralat descubrió el gran sabor de los tamales oaxaqueños bañados en mole y envueltos en hojas de plátano, o las enchiladas de queso con salsa o el arroz amarillo con frijoles negros.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que tenía más que un gran afecto por los tacos. Sus estudios de poesía posmodernista quedaron a un lado y se concentró en su nueva obsesión: escribir sobre la buena comida mexicana.
Hizo sus primeras notas gastronómicas sobre los tacos para el ahora desaparecido New York Press.
En 2009, junto a su esposa y un hijo recién nacido, se mudó a Dallas (Texas) para empezar una nueva etapa en su vida y estar más cerca de su familia política.
Entonces, le ofrecen escribir artículos en un blog de la revista mensual Dallas Observer.

“Era un neoyorquino sin licencia de conducir, así que me pareció un buen método para familiarizarme con mi nueva ciudad de los tacos”, admite Ralat, quien prefiere no manejar un vehículo y viajar en autobús cuando tiene que movilizarse de una ciudad a otra.
Al año, Ralat se independizó y empezó a viajar y a escribir exclusivamente sobre tacos.
Poco a poco, empezó a coleccionar libros de cocina mexicana, entre ellos La Tacopedia, una enciclopedia básica sobre ese platillo que forma parte de su vasta biblioteca personal.
En 2015 fue invitado por el Texas Monthly para escribir un reportaje especial con otros periodistas al que bautizaron “Las 120 clases de tacos que debes probar antes de morir”.
—Fue en ese preciso momento en que llegó la oportunidad de visitar Ciudad de México —la oportunidad que buscaba para que lo tomen más en serio, recuerda Ralat.
Y eso es lo que ha pasado. No solo lleva el título de ser el primer editor de una sección de tacos en una de las mejores revistas del país, sino que también es autor del libro en inglés American Tacos: A History and Guide (University of Texas Press, 2020).
En su libro, relata con dinamismo y sentido práctico la evolución del taco en México, su proliferación y las diversas variaciones en Estados Unidos.
En la introducción, Ralat comenta que los mejores tacos que ha comido los encontró en Memphis (Tennessee), Chicago (Illinois) y Kansas City (Kansas), y resalta que ningún otro platillo en Estados Unidos une a la gente como los tacos.
—He aprendido que los tacos son un regalo al que hay que apreciar y disfrutar con amigos y extraños.