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Gwen Álvarez (izquierda), junto a su esposo Alberto Álvarez y su abogado Rick Ramos, sostiene un oso de peluche que reproduce una grabación con los últimos latidos del corazón de su hija Arlene. Foto: José Luis Castillo

Madre de Arlene Álvarez: “…me dijeron que no había nada que hacer, que no iba a sobrevivir. Esperaba por un milagro”

La menor murió luego de recibir un disparo de bala en la cabeza. Iba con sus padres en un automóvil. El hombre que le causó la muerte abrió fuego cuandointentaba detener a un sospechoso de robo.

1 febrero, 2022 | Por: idea180

Gwen Álvarez llora desconsoladamente. Lleva consigo un oso de peluche. La conferencia de prensa en la oficina de su abogado en Houston (Texas) está a punto de empezar. A un lado, sobre la mesa, los micrófonos de los medios de comunicación local y nacional parecen cobrar vida. Su esposo, Armando Álvarez, intenta guardar compostura. Lo hace con mucho temple. Los acompañan sus familiares y amistades.

Gwen pide disculpas por el llanto que no puede controlar.

—Lo siento mucho. A mi hija le encantaban las redes sociales. Soy estilista y siempre le platicaba de los desfiles de moda donde trabajaba. Tuve el privilegio de colaborar con Univisión y Telemundo, y ella siempre me decía que quería estar en la televisión. Pero esta no es la manera como quería que lo haga.

Fotografías de Arlene Álvarez cedidas por su madre Gwen Álvarez.

No es el fin del mundo, pero se le asemeja mucho. Su hija Arlene, de 9 años, ha muerto. Una bala perdida acabó con su vida. La familia entera se desplazaba en un auto el 14 de febrero cuando un transeúnte realizó varios disparos. La pequeña Arlene no escuchó los gritos del padre para resguardarse.

Ella era la única que tenía puestos sus audífonos —lamenta el padre.

Su esposa sigue llorando mientras se cubre el rostro con el oso de peluche.

—No sabía que tenía sus audífonos —dice ella.

El que acabó con la vida de Arlene se llama Tony D. Earls, de 41 años. Fue a retirar dinero en efectivo de un cajero automático cuando un ladronzuelo aprovechó para arrebatarle su cartera con un billete de 20 dólares y un cheque en blanco. Earls sacó su arma y empezó a disparar. Una de las balas impactó en el tanque de gasolina del vehículo de la familia Álvarez. Otra bala fue a dar a la cabeza de Arlene.

Gwen Álvarez y su esposo Alberto Álvarez / 📷 José Luis Castillo

—Cuando vi que ella cayó, detuve el carro inmediatamente. Agarré su cuerpo y la saqué del auto. Espero que nadie tenga que experimentar algo así.

—Ni siquiera tenía la tranquilidad de llamar al 9-1-1. La ambulancia llegó, luego me dijeron que no había nada que hacer. No quería que se me vaya. Me dijeron, “lo siento, pero tiene muerte cerebral”. Quería abrazarla, pero me dijeron que no había nada que hacer, que no iba a sobrevivir. Esperaba por un milagro, ella era mi mejor amiga—agrega Gwen.

Earls fue detenido y acusado de agresión con daños físicos con un arma de fuego. Su defensa ha solicitado la reducción de cargos porque cree que su patrocinado actuó en defensa propia, pero la fiscalía pudo convencer al juez del caso para que no ceda.

Arlene cursaba el cuarto grado de primaria. Grababa y colgaba videos en la red social TikTok y era cariñosa con los niños menores que ella. Cada vez que veía a una madre con un bebé en el salón de belleza donde trabaja su madre, pedía permiso para tomarlo en sus brazos. También le gustaba tejer y andar en patineta.

Cuando Gwen aprieta el oso de peluche que tiene entre sus brazos, se escuchan los últimos latidos del corazón de su hija a la que ya no verá crecer, ni casarse, ni tener una familia.

Es lo único que me queda de ella. Este osito es mi niña. Sus últimas palpitaciones antes que me la desconectaran.

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