
El gobernador de Texas, Greg Abbott, en una conferencia de prensa luego del tiroteo que dejó a 19 niños y dos docentes fallecidos. /Foto Vía Getty Images
El dilema de Greg Abbott: sugerir que el estado tiene un problema de salud mental y no de porte de armas
Texas tiene las leyes más laxas para portar armas. Se le permite a cualquier adulto portar un arma sin permiso ni capacitación.
OPINIÓN
En una misiva fechada el 29 de abril de 2022 dirigida a los altos directivos de varios departamentos (o ministerios) del ejecutivo de Texas, el gobernador Greg Abbott acepta la transferencia de fondos de más de 500 millones de dólares en este orden:
- Departamento de Justicia Criminal: $53,638,375
- Departamento de Seguridad Pública: $159,249,421
- Departamento de Salud y Servicios Humanos: $117,347,952 + $93,382,076
- Departamento de Servicios de Salud de Texas: $18,069,712 + $18,062,843 + $4,325,581
- Departamento de Justicia Juvenil de Texas: $24,473,662 + $6,751,698
¿Para qué? Para costear la llamada Operación Estrella Solitaria (Lone Star, en inglés), que se encuentra en funcionamiento desde marzo de 2021 y tiene como finalidad detener el flujo de inmigrantes indocumentados, combatir el narcotráfico y el contrabando de armas.
De los más de $500 millones, menos de la mitad proviene del Departamento de Salud y Servicios Humanos: $210.7 millones.
Por eso, cuando Abbott sugiere, sin pruebas contundentes ni estudios que lo respalden, que la causa de los tiroteos masivos en centros escolares perpetuados por personas que adquirieron armas de alto calibre con facilidad es un problema de salud mental, las críticas se centraron en esos $210.7 millones.

¿Por qué? Porque presuntamente formaban parte del presupuesto que supervisa los programas de salud mental. Ahora, para otorgarle el beneficio de la duda, supongamos que lo que le dice Renae Eze, secretaria de prensa del gobierno estatal de Texas, a la cadena ABC, es cierto:
—Esta es una narrativa completamente inexacta y sin fundamento hecha por aquellos que intentan politizar una tragedia. El gobernador Abbott no recortó, en términos inequívocos, los fondos de los servicios de salud mental que se brindan a los tejanos.
Según Eze, fue esa dependencia la que solicitó las transferencias de fondos porque, de lo contrario, caducarían al final del año fiscal. A juzgar por la carta en mención, en donde Abbott acepta la transferencia de fondos, ese parece ser el caso.
Pero no cambia el hecho de que Texas ocupe la última posición del país den lo relativo al acceso a la salud mental. El 21% de los tejanos adultos y adolescentes con problemas de salud mental no tiene acceso a cobertura médica.
De acuerdo con Kaiser Family Foundation, cerca del 70% de adultos en Texas con problemas de salud mental leves no recibieron atención médica especializada durante la pandemia. Sucedió lo mismo con el 57.4% de los pacientes con problemas de salud mental moderado y con el 47% con problemas de salud mental severo.
Abbott se ha defendido de las críticas con la misma retórica. Primero, que los fondos que forman parte de la transferencia a la Operación Lone Star no afectan a ninguna agencia o función de los programas de salud mental. Bueno, al menos su secretaria de prensa lo ha dicho así.

Luego, afirma que relacionar lo sucedido en Uvalde con el pedido de un mayor control de armas de fuego es un error.
—A cualquiera que sugiera que deberíamos centrarnos en la comprobación de antecedentes en contraposición con la salud mental, le sugiero que está equivocado.
Abbott sostiene que hay que enfocarse mejor en abordar los problemas mentales. Para paliar las críticas, el mandatario estatal anunció que los beneficios de salud mental para la comunidad en Uvalde serán gratis.

El autor de la masacre en Uvalde no tenía antecedentes penales ni problemas de salud documentados. ¿Cómo detectar ese comportamiento entonces?
—Lo que sí sé es esto: nosotros como estado, nosotros como sociedad, necesitamos hacer un mejor trabajo con la salud mental. Cualquiera que le dispare a otra persona tiene un problema de salud mental, punto.
Texas tiene las leyes más laxas para portar armas. Se le permite a cualquier adulto portar un arma sin permiso ni capacitación. Cuando Abbott se prestaba a promulgar los proyectos de ley en septiembre de 2021, dijo esto: “Texas se convertirá en el bastión de la libertad en EE. UU.”.
